Es el dulce más antiguo y emblemático de la Ciudad Heróica. Su nombre proviene del latín mel-coctum o "miel cocida".
Y más cerca de la verdad no podría estar, debido al sabor único de esta golosina tacneña, que prácticamente es azúcar con forma, siendo la golosina más aceptada por los hogares tacneños y siendo consumida más allá de su ciudad local. Para ser más específico, en todo el sur del Perú se puede encontrar
alguien que haga o venda las melcochas, pero no hay como las originales.